“Los ojos de un animal tienen el poder de hablar un gran lenguaje”. Martin Buber.
«Profundamente integrada en su entorno natural, la vida del indio transcurría en una interrelación y un diálogo permanentes con todos los elementos de la naturaleza, a la que veneraba. Para él, todo en ella tenía un alma, los objetos y los fenómenos naturales – árboles, montañas, ríos, animales, el viento, la nube, el rayo…- eran encarnaciones de fuerzas superiores, que podían ayudarle o destruirle, según fuera su actitud para con ellas. Y estos elementos naturales eran, por consiguiente, símbolos que le hablaban y cuyo lenguaje el sabía entender,. de ahí extraía el indio su profunda sabidurla «ecológica», su íntimo conocimiento del mundo natural, que, por otra parte, sabía aprovechar con mucha inteligencia para su sustento, sin destruirlo inútilmente y con un íntimo sentimiento de gratitud que manifestaba constantemente. La tierra, para él, era la Madre Tierra -que le daba el sustento y le cobijaba como hace una madre con sus hijos- y no una simple extensión material destinada a ser explotada para su beneficio económico. /…/ Esta naturaleza, este mundo «misteriosamente sumergido en Dios» -en palabras de Frithjof Schuon-, era siempre para el indio un santuario que encerraba la presencia del Gran Espíritu y la manifestaba a través de los innumerables fenómenos naturales. Sin duda, para nuestro mundo de hoy, acuciado por graves problemas ecológicos provocados por una actitud temerariamente destructiva ante la naturaleza y por un modo de vida demasiado alejado de ella, la visión que del mundo natural que tenía el piel roja ofrece algunas respuestas que haríamos bien en escuchar.
Dondequiera que fuesen los lakotas, allí estaban en compañía de la Madre Tierra; fuera cual fuese el lugar por el que vagaban de día o dormían de noche, allí estaban a salvo en su compañía. Esta idea consolaba y alentaba en todo momento a los lakotas, que por ello sentían una gratitud eterna hacia la tierra.
De Wakan Tanka surgía una fuerza unificadora que fluía a través de todas las cosas: las flores de las llanuras, los vientos, las rocas, los árboles, los pájaros y los animales, y esta fuerza era la misma que había animado con su soplo al primer hombre. De este modo todas las cosas estaban emparentadas y habían sido creadas por el Gran Misterio.
Luther Standing Bear
( Jefe Oso Erguido )
SIOUX OGLALA
Texto extraido del libro «El Sagrado Aroma del Mundo, El indio y la Naturaleza». Hesperus, José J. Olañeta Editor, 1996
Con esta introducción te invito a reflexionar sobre nuestra relación con nuestro entorno y nuestros hermanos animales. Creo que la comunicación animal no es más que estar en conexion profunda con la madre tierra, estando por tanto en nuestro centro sagrado de poder y reconociendo a los demás como maestros y sagrados a la vez. Honrar tal y como hacian los indios, y muchas otras culturas, a toda forma viviente.
REFERENCIAS:
Penélope Smith es pionera fundadora de la comunicación telepática entre especies. Después de haberse comunicado telepáticamente con los animales durante toda su vida, Penélope siente que la conexión sagrada realizada a través de la comunicación telepática con otras especies es esencial para la plenitud y la felicidad humanas. Penélope es autora de Animal Talk, When Animals Speak y Animals in Spirit, y ofrece numerosos cursos.
«En esta época de emergencia ecológica, muchas personas están viendo la necesidad de reconocer su conexión con todos los seres vivos. La comunicación entre los seres humanos y los animales ha adquirido un significado más profundo y urgente. Podemos aprender mucho de los animales acerca de cómo vivir en armonía y equilibrio en la Tierra. Para los amantes de los animales, la comunicación telepática directa aumenta la comprensión, la alegría y la riqueza en las relaciones con sus compañeros animales y toda la vida. Cuando nos fijamos en las raíces de la palabra «Telepatía», encontramos que significa «sentir a través de la distancia». La comunicación telepática implica la transmisión directa de sentimientos, intenciones, pensamientos, imágenes mentales, emociones, impresiones, sensaciones, y puro conocimiento. Los animales obviamente se comunican a través de la acción física y de sus propios y complicados lenguajes. Ellos también se comunican telepáticamente, tanto entre sí como con los seres humanos. La gente recibe los mensajes en el grado en el que están escuchando, se pueden sintonizar, o son perceptivos a ellos. Los niños nacen con la habilidad de comunicarse telepáticamente con su propia especie y con otras. Los seres humanos en esta sociedad son generalmente socializados para utilizar el lenguaje verbal como el aceptado y «superior» modo de comunicación y son disuadidos de conseguir pensamientos y sentimientos humanos o de otra especie directamente. También estamos condicionados a creer que los animales son en general inferiores a los humanos en su capacidad de pensar, sentir y hacer elecciones no-instintivas, por lo que aprendemos a separarnos de la igualitaria y mutua comunicación con ellos. La palabra animal viene del latín, ANIMA, que significa principio de vida, la respiración, el aire, el alma, ser vivo. El reconocimiento de la esencia espiritual de los animales y respetarlos como seres inteligentes es vital para facilitar el intercambio telepático entre especies. Los animales son capaces de comunicarse con los seres humanos que están abiertos a la conexión telepática. Los animales se quedan con las intenciones, emociones, imágenes o pensamientos detrás de las palabras, incluso si las palabras mismas no son totalmente comprendidas».
Texto extraido de la web de Penélope Smith.
Adjunto el codigo etico animales penelope smith recomiendo su lectura, es solo una página.